¿Por qué es un clásico?

Podemos responder esta pregunta caracterizando a un texto clásico. Por un lado, es una obra teatral con la cual podemos identificarnos o no. Ciertas personas se verán identificadas con la valentía o fraternidad de Antígona, otras con la humildad de Ismene, con la pasión de Hemón, o la prepotencia de Creonte. Es una obra que en este aspecto refleja características de las personas que son muy opuestas. Por supuesto, estas características reflejan también las costumbres de dicha época, el respeto a las leyes divinas y las humanas de diferente manera. Por otro lado, es una obra con una primera lectura o lectura de descubrimiento que también es releída. Puede ser releída focalizándose el lector en los diferentes personajes, analizándolos en particular, o bien centrándose en la función del coro. Estas relecturas hacen que esta obra perdure en el tiempo como un texto antiguo de gran importancia, realizándose a diferentes edades, como en la juventud o siendo adulto.




En la actualidad

            Con respecto a este último punto, podemos observar como perdurando en el tiempo, puede estar tanto en primer plano o como ruido de fondo. Quizás eso sea más que nada personal, pero actualmente la obra se presenta en numerosas situaciones. Desde lo más amplio o general, tanto leyes divinas como humanas se reflejan recordando momentos fraternales de Antígona  y Edipo Rey: a la hora de preguntarnos qué leyes están por encima de cuáles, estas obras de Sófocles evalúan situaciones que suceden desde la antigua Grecia. Refiriéndonos más a lo puntual, hay situaciones en las cuales dicha obra puede aparecer en primer plano, y nos referimos a momentos de las relaciones entre hermanos principalmente. En este aspecto es una obra que puede llegar a cada persona más profundamente, con la fraternidad ante todo. Además, aparece en primer plano como una obra teatral educativa que recorre a toda la sociedad: enseña y llega a través del coro, a la conciencia de cada persona para educar a los ciudadanos; educa acerca de leyes tanto morales como jurídicas que pueden estar presentes o no en este momento, ejemplificando cada una de ellas con sus causas y consecuencias.